La azafata, de 30 años, le conto a la policía que se reunió con Yamane en la terminal del aeropuerto de Haneda en Tokio, comentó que el hombre se acercó a ella y quería saber más sobre su trabajo. Sin saberlo, el hombre la siguió hasta su apartamento para averiguar dónde vivía. En una ocasión, a principios de este año, el sujeto habría aparecido "de la nada" fuera del apartamento de la joven y entabló conversación, preguntando dónde había una farmacia. La sobrecargo pensó que era extraño e informó a la policía, que comenzó a hacer rondas. Yamane dejó de aparecer por un periodo breve de tiempo, pero volvió a aparecer Entre agosto y septiembre de este año, la mujer le dijo a la policía que él apareció afuera de su apartamento al menos nueve veces más y la siguia durante un tiempo cada vez que salía de su domicilio. En uno de estos, el empleado fue capturado por la policía y detenido para ser investigado. En Japón, existen castigos para quien “persigue” a otra persona y puede ser procesado por ello.