Esto se produjo a raíz de un tercer intento de destitución que enfrentaba Castillo en un año y medio impulsado por el parlamento por "Permanente incapacidad moral". Tras la caída de Castillo la Vicepresidenta Dina Boluarte asumira el mando presidencial en pocas horas. En tanto Castillo podría enfrentar una pena de hasta 20 años de prisión por el delito de rebelión. “Como mínimo, no solo es usurpación de funciones y un desacato flagrante por el cual deberá responder ante las autoridades" señaló un abogado constitucionalista. Además señaló que Castillo "debe ser deshabilitado hasta por 10 años".